Mujeres tras las rejas de Pinochet
La escritora y editora Beatriz García Huidobro, comenta el libro Mujeres tras las rejas de Pinochet de la periodista Vivian Lavín.
En la lucha contra las dictaduras y otras protestas políticas, las mujeres han logrado construir imágenes performáticas de alta potencia, imágenes que desde sus lugares mínimos e íntimos se convirtieron en legítimas representaciones mundiales.
Pero, ¿qué sucede con las mujeres que han optado por resistir desde la lucha encubierta, las armas y la guerra de resistencia? ¿Cómo se las ve en la perspectiva del tiempo? ¿De qué manera ha sido la suya una batalla más dura que la de muchos hombres? ¿Por qué existen guerrilleros idolatrados, historias de clandestinidad que se narran por años y se convierten en íconos del sentido de la justicia, la valentía y el compromiso ciudadano, mientras prácticamente no se rescatan los equivalentes femeninos? El de la joven audaz y contestataria —ojalá hermosa— que acompaña al héroe, parece ser el rol reservado y replicado por la historia para las mujeres, y con él, se ignora a quienes tomaron las armas con todo el riesgo y dolor que eso significa.
En nuestra historia reciente no hay registros ni justicia para las mujeres que batallaron. Vivian Lavín se hace cargo y compone una historia estremecedora, en la cual los testimonios de cada una de las entrevistadas se entremezclan con sus propios pensamientos y sentimientos respecto de la política de antes y de ahora. Y de alguna manera empuja al lector a también plantearse dónde estuvo él durante esos tiempos, lo obliga a tener un rol activo en estas historias de vida. Cada uno de estos relatos, aparentemente espontáneos, está inserto dentro de alguna de las aristas que la autora quiso abordar, de modo que estas mujeres se levantan como personajes cuya densidad se constituye desde sus infancias y ambientes sociales, desde sus juventudes y sus compromisos ciudadanos, imágenes determinantes en la construcción de sus personalidades. Se infiere que hubo una cantidad enorme de horas de entrevistas y que de ellas, Lavín supo extraer las más relevantes, las más consistentes y adecuadas al objetivo de delinear a las mujeres que fueron y que siguen siendo después de tantas experiencias únicas y estrecha e ineludiblemente entrelazadas a la historia del país.
Largo y sutil es el recorrido por las vidas de estas mujeres, sus vejaciones, sus encarcelamientos, sus soledades, sus duelos. Y también larga y dura es la libertad recobrada en una patria que ya no existe. E intensa y firme es la convicción de haber vivido lo que se tenía que vivir, que sus existencias estuvieron marcadas por la imposibilidad de la indiferencia.
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