Conversación junto a sus autores Tirapegui y Hernández y su editor

Las enseñanzas de un Cautiverio Feliz

La obra original de Francisco Núñez de Pineda llamada El Cautiverio Feliz, escrita en el siglo XVII, es lectura obligatoria en la educación chilena y su adaptación a novela gráfica es una nueva oportunidad para abordarla en momentos críticos de convivencia nacional. El autor I.C. Tirapegui junto al ilustrador Ismael Hernández trabajaron junto al editor de Liberalia Esteban Cabezas en una versión respetuosa del original, con especial acento en las aventuras de este soldado español tomado prisionero, luego de la derrota en la batalla de Las Cangrejeras en 1629, y llevado a un lof en lo profundo del Wellmapu.

Se trata de un rescate patrimonial adaptado a los nuevos géneros de la literatura contemporánea, la novela gráfica que concentra en 100 lo que el autor Francisco Núñez de Pineda  relató en El Cautiverio Feliz, en más de 500 páginas  hace 500 años.

"La inquietud nació de la editora general de Liberalia, Berta Concha que ha buscado a través de una serie de obras la vibilización del otro", advierte desde el inicio el editor de Cautiverio Feliz (Liberalia, 2020) Esteban Cabezas. Un libro que viene a ser parte de una colección de novela gráfica de corte histórico que se inició con El Cardenal  de los autores Kôte Carvajal y Lucho Inzunza y que continuó con Juan Valiente del mismo Carvajal junto a Gabriel Ibarra.

"Con este libro hemos querido aportar contexto histórico, aportar matices y erradicar la idea de pacificación de la Araucanía. Es un aporte a una historia que hay que reescribir", dice Cabezas.

El libro se abre con el prólogo del doctor en Historia Fernando Pairicán, quien dice: "Lo que los autores desean es hablarnos de cómo, teniendo en consideracion que para la cultura militar española un cautiverio es desonhorso, este podía ser una puerta de conocimiento, de sabiduría, desgarros, conspiraciones, envidias, respeto y amor en un lejano Fütalmapu".

La idea de adaptar la obra de este soldado español del siglo XVII tomado prisionero y que es parte de la lectura en la educación chilena la tenía desde hace varios años el autor I.C. Tirapegui, quien además es autor de otras obras ambientadas en el territorio mapuche, llamadas Ngen Mapu y Al sur del Biobío. "El libro original es de más de 500 páginas y nuestra adaptación se concentra en la aventura. Lo que es complejo porque no se trata de un libro con esctructura dramática como la conocemos hoy", dice sobre la obra cuyo autor original solo aspiraba a relatar al entonces monarca español lo que vivió como cautivo de los mapuche y, de paso, ganar sus favores para lograr una suerte de compensación por lo sufrido como soldado leal.

El ilustrador chileno Ismael Hernández ha escrito varias novelas gráficas publicadas como autor integral, como Miguel de Fuentesanta, Kalina´s story y Varua Rapanui y en esta oportunidad trabajó codo a codo junto al guionista para lograr impregnar en cada ilustración el ambiente y las emociones de sus protagonistas. "Habitualmente en el comic el color es para embellecer la ilustración. Pero en este libro le dimos una mirada más pictórica, de modo de convertir al color en un elemento narratico y ambiental", explica. 

Uno de los aspectos interesantes de este libro es el concepto de guerra que tenían los españoles y que no era el mismo del pueblo mapuche. Para los primeros, descendientes de pueblos e imperios que hicieron de la guerra una forma de vida, la concebían como la destrucción del otro, el exterminio del otro. Para los mapuche, sin embargo, que también la conocían, era una forma extrema que no buscaba la eliminación del enemigo sino que rendición. De ahí la sorpresa para los pueblos originarios al encontrarse con estos conquistadores que mataban sin mediar razón, solo por el hecho de hacer sentir su poder. 

El año 2021, cuando leemos esta novela gráfica, su lectura aparece como una gran oportunidad de aprendizaje del otro. "El mensaje de Francisco es decir que con un poco de diálogo o empatía ganamos todos. Que el éxito es comunitario no de unos pocos, sino que de todos", dice Tirapegui. " Yo rescato el sentido humando desde lo ético", manifiesta Hernández.

Un libro que a partir de un testimonio de un hombre tomado preso hace más de 500 años parace hoy como un ejercicio de empatía que nos recuerda que nunca hay que olvidar que la suerte que ves en enemigo hoy, la puedes tú mañana, finaliza Tirapegui.

Los invitamos a escuchar la conversación de Tirapegui, Hernández y Cabezas junto a la periodista Vivian Lavín.