Audio reportaje sobre libro:

El niño del cerro El Plomo

Es un personaje entrañable de nuestra historia. El sacrificio de un niño es algo difícil de entender hoy. Este libro busca reconstruir esta historia a partir de la información que los antropólogos y arqueólogos han podido recabar. La periodista Vivian Lavín conversa con el autor César Sandoval, la ilustradora Gabriela Germain, la editora Macarena Morales y Cristián Bécker, curador jefe y Jefe Científico – MNHN.

Hace cinco siglos, en los confines del gran Imperio inca, un niño es llevado hacia el valle del río Mapocho. Sobre sus hombros recaen las esperanzas de un pueblo entero. Este será el inicio de un viaje ceremonial al encuentro con Apu Wamani, la montaña sagrada, y se convertirá en una travesía espiritual que lo conducirá finalmente hacia su destino.

La periodista Vivian Lavín conversa con el autor César Sandoval, la ilustradora Gabriela Germain, la editora Macarena Morales y el Cristián Bécker Curador jefe y Jefe Científico – MNHN.

CÉSAR SANDOVAL, AUTOR DE "EL NIÑO DEL CERRO EL PLOMO"

1. Ficción y Fantasía: cómo fue el proceso de creación y de escritura de este libro, por ejemplo, los nombres de Cauri Pacssa y Tanta Carhua y la propia historia que se narra?

Siempre quise hacer un cuento. Pensaba un relato desde la ficción con una base, una estructura desde lo histórico. Los nombres Cauri Pacssa es el nombre tradicional con el que se ha nombrado al niño del Cerro El Plomo, tomado de textos de la época de un niño que había sido entregado en sacrificio. Tanta Carhua es algo similar, ya que investigando encontré el nombre de una joven inca que había sido elegida para esta ceremonia de la Capacocha.
2. ¿Cuál es tu acercamiento personal a esta historia y a este niño hermoso? ¿Qué fue lo que más te costó o te resultó fácil y natural?
Mi acercamiento parte de mi experiencia de haber conocido al niño del Cerro El Plomo en el Museo Nacional de Historia Natural, que me impactó. Es ver a un niño durmiendo, literalmente. Y me hizo pensar no solo en el tema histórico, sino que en la historia particular de un niño de aproximadamente ocho años, y cómo su vida culmina ahí o se proyecta a partir de ahí hacia el futuro, hacia la historia. Lo que más me costó fue el arranque, qué quería contar. Una vez con esa idea redacto el inicio y el final, sobre eso voy tejiendo entre ambos extremos la historia. Fue un trabajo enriquecedor desde la escritura, desde la investigación y desde la comprensión de la historia de este niño y su entorno familiar y cultural.
3. Resulta difícil entender hoy este ritual de sacrificio humano, menos para un niño. ¿Por qué es importante entender esta historia hoy?
Esta historia me conmovió y que quise relatar tomando los retazos de conocimiento que hay sobre este niño y sumarle la fantasía que te permite el cuento. Y lo importante es que para entender esta historia hay que pensar que para ellos esto no era un sacrificio sino que una ofrenda. Además es importante entender que una historia que nos une a nuestras propias raíces a nuestros propios países latinoamericanos, chilenos y peruanos en una historia común cuando no existían esos conceptos pero que había una raíz y es importante reconocerla para los adultos pero también para el mundo juvenil y adolescente.

GABRIELA GERMAIN, ILUSTRADORA "EL NIÑO DEL CERRO EL PLOMO"

1. Eres madre, abuela, artista y chilena... ¿Cómo resuena en ti esta historia, en tu propia vida?
Este es un texto o una historia difícil de entender desde esta realidad. Por supuesto me vi muchas veces retratada en esa madre que abraza, que acuna y que viste a su hijo preparándolo para el ritual y que luego, quiere sentirlo a través de las piedras que los separan para siempre. A las madres nos cuesta despegarnos de los hijos. Creo que no lo hacemos nunca y, por lo tanto, en el proceso de ilustrar esta historia fue creciendo mi respeto hacia una cultura que puso los intereses colectivos por encima de los arraigos e intereses individuales, asunto que a mi juicio es bastante difícil.
2. ¿Cómo fue el proceso de ilustrar a este niño, cómo te preparaste o qué buscabas?
La ilustraciones tienen un qué y un cómo. La parte del qué me costó bastante porque tuve que investigar y aprender mucho. Por ejemplo, que no había ovejas en esta zona y en ese tiempo. Al principio las había dibujado y tuve que sacarlas. No haber podido encontrar nada acerca de cómo era el vestuario en esa época. Y la parte del cómo fue bastante más fluida porque esa surgió desde mi propia comprensión emocional del texto.
3. ¿Qué importancia tiene este libro para los niños hoy?
Creo que el mundo está enfermo de individualismo. En este relato, hay una cultura distinta a la nuestra que hace cosas de manera colectiva y en beneficio de todos. Ellos vivieron su quehacer desde sus conocimientos y principios. Hoy, a nosotros nos rigen otros y tenemos otra información y, sin embargo, no logramos ponernos de acuerdo en temas tan básicos como detener el calentamiento global. Ojalá surja esa fuerza en los lectores de este libro.

MACARENA MORALES, EDITORA MUÑECA DE TRAPO

El niño del cerro del Plomo es un libro que llamó mi atención porque hay detrás una historia que está muy bien narrada. Es una historia intimista donde los lectores y las lectoras pueden fácilmente empatizar con el protagonista. Además, sus ilustraciones son profundas y se complementan a la perfección con el texto. Es un libro que está destinado para niños entre 11 y 12 años de edad. Nosotros no nos habíamos ampliado a ese segmento etareo en la editorial y quisimos arriesgarnos, para probar suerte en esos lectores. Además es un tema patrimonial que ha sido poco abordado en la LIJ de Chile y por eso lo consideramos como un libro relevante para las niñas y niños de hoy.

CRISTIÁN BÉCKER, CURADOR JEFE Y JEFE CIENTÍFICO - MNHN

¿Que importancia tiene El Niño del Plomo para el Museo? La historia del niño del cerro El Plomo ingresa a la colección porque es comprado, literalmente cuando se realiza este descubrimiento por este par de arrieros en la Cordillera en el año 1954. La doctora Grete Mostny considera que tenía un valor incalculable para el conocimiento de la pre historia, de alguna forma, porque el cuerpo del niño es un ejemplar único desde el punto de vista biológico, es una persona que perteneció a la cultura inca hace 500 años atrás y quedó encapsulada en el tiempo. Desde un punto de vista de los estudios de ADN, podemos saber hoy su procedencia y toda su composición biológica. Los estudios de bioantropología, que es la disciplina que estudia los restos de los cuerpos humanos, uno puede acceder a los cuerpos esqueletizados, con las marcas que quedan en los huesos o en los cuerpos que están medianamente momificados del Norte Grande, cuando el cuerpo ha sido resecado. Pero en este caso, para decirlo de manera científica, sabemos lo que comió el niño el último día. Eso lo descubre la doctora y sabemos, por ejemplo que el niño ingirió una cantidad importante de chicha antes de morir porque quedó ahí. En el año 2000 y en años recientes, se han realizado estudios de tomografía para ver cómo está el cuerpo internamente.
Desde un punto de vista espiritual, es muy importante para las comunidades. Hace muy poco se desarrolló el Inti Raimi, que es la fiesta vinculada al Año Nuevo de los pueblos andinos, porque para ellos el niño es un mensajero, le llaman el "inti guagua". Entonces, para nosotros como Museo eso también tiene mucho peso, no solamente ver al niño del cerro El Plomo como un representante arqueológico de una comunidad que desapareció que son los incas, pero también es un representante para la comunidad aymara que está representada acá y de todos los pueblos andinos que vienen una vez al año a desarrollar sus ceremonias para pedirle permiso y bendiciones.
¿Cómo está conservado?
Frente a la pregunta de cómo está conservado, el niño desde que encuentra ingresa al Museo a una cámara de frío. Esa cámara de frío luego se modifica y es una especie de gran refrigerador con una vitrina, donde estuvo hasta los años 80 en exhibición, y luego es retirado dado los acuerdos que tienen los distintos museos del mundo a partir de lo que indica NUESCO respecto del respeto a los restos humanos pertenecientes a comunidades originarias. Por lo tanto fue retirado y lo que se exhibe hoy es una réplica donde se cuenta toda la importancia y el contexto ceremonial de la Capacocha, que es en la que niño participó. Y él está hoy en el área de antropología, donde está resguardado en esta cámara especial que cuenta con un monitoreo permanente de control de temperatura y humedad que son los mismos de la cumbre del Cerro el Plomo, es decir, un rango de temperatura que van entre -2 y -4 grados bajo cero y un rango de humedad cercano al 40%. Si es que hay un corte de luz en el edificio, inmediatamente empieza a funcionar un generador que lo mantiene funcionando tranquilamente durante 48 horas. De modo que el Museo Nacional de Historia Natural ha tomado desde los inicios todos los resguardos para la conservación de este cuerpo que es único, ya que en Chile no se ha encontrado otro de esa misma forma y es muy difícil que se vuelva a repetir.

"Proyecto Financiado por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura, Convocatoria 2022"

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Fecha de emisión: 29 de junio de 2022